martes, 9 de febrero de 2016

El Desafío de los 30 Días (3ª ed) – Pregunta 19

Pregunta 19: Define una característica especial de una raza de fantasía.


Los mimemomios son criaturas tristes que se esconden en rincones oscuros. Son negros y deformes como los demonios de las Profundidades pero no tienen el tamaño, la fuerza ni la astucia de aquellos. Resultan fácilmente reconocibles por sus extremidades multiarticuladas, cola espinosa y los tres pares de ojos rojos.
Se dice que son híbridos de demonios y humanos fruto de una alquimia monstruosa de tiempos antiguos. Aunque también hay leyendas que los reconocen como demonios atrapados en el mundo exterior, que no pudieron volver a las profundidades y se debilitaron con el tiempo.
Suelen vivir en lo más profundo de los bosques y en catacumbas y sótanos olvidados de las ciudades, alimentándose de lo que pillan y coleccionando objetos brillantes y piedras bonitas.
Los humanos les temen y desprecian a partes iguales, aunque muchos grupos de aventureros los aceptan en sus filas porque pueden moverse con gran sigilo, son estupendos escaladores y se conforman con una mínima parte de las reacciones y del botín. Además, sus grandes ojos sin párpados pueden emitir unos débiles haces de luz que se pueden usar como fuente de luz de emergencia aunque ellos mismos no ven mientras tienen los ojos "encendidos".

domingo, 7 de febrero de 2016

El Desafío de los 30 Días (3ª ed) – Pregunta 18

Pregunta 18: Casi todos los aventureros tienen a alguien que le cubre las espaldas en los momentos de dificultad, En el caso de tu personaje ¿Quién es? ¿Por qué?


Si hay alguien a quien Monra el Carnicero puede llamar compañero, ese es Aengus el Flechilla. Hizo migas con Monra durante el camino a Highdell y fue el que realmente le animó a buscar más compañeros y dar el paso para convertirse en uno de los exploradores del Abismo.
Es un auténtico hombre de acción. Es joven, es guapo, es osado. Virtuoso con la daga, certero con el arco y temerario en cuestiones de faldas. No se puede estar quieto ni callado y está constantemente urdiendo planes en los que enrola a la gente de su alrededor, quieran o no. Se aburre fácilmente y lo remedia con chistes, canciones y apuestas. Por ejemplo, al llegar a Highdell apostó con Monra a que dormiría caliente cada noche sin gastar ni un céntimo de su bolsa. Dos semanas después todavía no ha perdido, pero está empezando a impacientarse y deseando hacer la primera expedición cuanto antes. No sabe si podrá escabullirse mucho tiempo más de todos esos maridos celosos.

jueves, 4 de febrero de 2016

El Desafío de los 30 Días (3ª ed) – Pregunta 17

Pregunta 17: Siendo el personaje en Highdell que definiste en la pregunta anterior... ¿Quién sería tu Némesis?¿Por qué?


Mi Némesis - la de Monra - es Dolforo el Oriental; también antiguo soldado aunque procedente del lejano Este. Un calvo bajito que parece que sólo sabe mirar de reojo, con un largo bigote lacio y el cuello de un toro. Ninguno de los dos recuerda exactamente cómo surgió la enemistad, seguramente por un quítame allá esas pajas; pero somo incapaces de sufrir la presencia el uno del otro. No me persigue activamente - que yo sepa-, ni atacará a matar a primera vista y sobre todo no en público. Pero si nos encontramos por casualidad en la misma área hará lo posible por perjudicarme. Incluso he oído rumores de que está en Highdell y se ha unido a un grupo de aventureros que también planea adentrarse en las profundidades en busca de botín y gloria.

martes, 2 de febrero de 2016

El Desafío de los 30 Días (3ª ed) – Pregunta 16

Pregunta 16: Si tú fueras un personaje en Highdell, ¿quién serías?

Monra el Carnicero. Aventurero que comparte con sus compañeros el piso completo de una posada. Especializado en machetes y cuchillos que mantiene escrupulosamente limpios y afilados. Se hace pasar por un aventurero experimentado y soldado veterano, pero en realidad nunca ha bajado a ningún dungeon que no estuviera ya explorado y sin estar rodeado de al menos medio centenar de otros soldados. Su puesto en el ejército era el de carnicero matarife y ayudante de intendencia, siempre ha estado en retaguardia.
El dinero que recibió al licenciarse lo ha invertido todo en la bolsa común del grupo para gastos habituales y para la compra de la patente. En cuanto tengan esta última harán su primera exploración a través de la pequeña puerta. Está muerto de miedo y lo externaliza afilando constantemente sus armas y comprobando una y otra vez el equipo que se llevará a las profundidades.