jueves, 12 de noviembre de 2015

El Desafío de los 30 Días (3ª ed) – Pregunta 6

Madre mía, vaya retraso llevo... Venga, vamos allá.

Pregunta 6: Cuenta una leyenda de los alrededores de Highdell.


Cuando Highdell sólo era una pequeña aldea, el Pueblo de la Luna y el Bosque todavía estaba presente en la región. Sólo como algo testimonial; una torre de vigilancia en las estribaciones de los Montes Miradores.
Cuenta la historia que una noche sin luna ni estrellas los poderes malignos de las profundidades atacaron por sorpresa. Hubo una lucha feroz que inundó el cielo de truenos y relámpagos y gritos de batalla.
A la mañana siguiente, un grupo de valientes se acercó hasta la torre para investigar. No encontraron a nadie. No había rastro de los guardias ni de sus animales, ni cadáveres ni rastros de lucha. Aunque es cierto que sólo el más valiente se atrevió a entrar en los almacenes bajo la torre, de donde salió espeluznado balbuceando acerca de sombras burlonas.

Se envió noticia al destacamento del Pueblo del Bosque y de la Luna más cercano, y al cabo de los días un Alto Caballero y su séquito llegaron a Highdell. Nunca antes se había visto tal riqueza en ropajes y estandartes. Los sencillos aldeanos contemplaron con la boca abierta el desfile de brillantes armaduras y hombre barbados que cabalgaban orgullosos ponis.

Un puñado de guerreros y un mago de batalla subieron hasta la torre con la misión de averiguar el destino de sus camaradas desaparecidos. Lo que encontraron o dejaron de encontrar nadie en Highdell lo supo, pues a la vuelta de sus hombres el Alto Caballero comunicó tan sólo que el peligro había pasado, pero que lo más prudente sería dejar el edificio a solas. Nunca el Pueblo del Bosque volvió para reclamar la torre de vigilancia, y aún hoy generaciones después los habitantes de Highdell la evitan por miedo a los duendes, demonios y monstruos que, se dice, la embrujan.

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